«Adopta la postura más cómoda: sentado, tumbado, aovillado, acostado. De espaldas, de costado, boca abajo. En un sillón, en el sofá, en la mecedora, en la tumbona, en el puf...»
Así empezaba Italo Calvino su novela Si una noche de invierno un viajero. Y es que de formas, posturas y maneras de leer hay para todos los gustos. Sin embargo, si eres un lector empedernido como nosotros, seguro que te habrás encontrado más de una vez dando vueltas en el sofá o en la cama, en busca de tu posición de lectura ideal. Encontrarla dependerá del tipo de libro que quieras leer y de tus gustos o dolencias personales. Por ejemplo, no es lo mismo leer una novela de ficción para relajarte, que un libro para estudiar.
Sin embargo, hay algunas posturas más adecuadas que otras para proteger tanto tu espalda como tu vista. Queremos que disfrutes al máximo de tus lecturas. Por eso, hemos recopilado estas 5 posturas y consejos para que puedas leer sin cansarte. ¿Empezamos?
Utiliza un sillón
El sillón orejudo es casi un emblema para los lectores, por dos buenas razones. En primer lugar, porque su estructura recoge muy bien el cuerpo. Y, en segundo lugar, también permite respaldar tus antebrazos o tus codos. Además, si quieres estar todavía más cómodo, puedes añadir un reposapiés para elevar tus piernas. En resumidas cuentas, si tienes la oportunidad de tener un sillón en el salón, es el mejor mobiliario para sentarte a leer de manera cómoda.
Con un atril
¿Sabías que al tumbar la cabeza hacia abajo, puedes tener la sensación de que pesa hasta ocho veces más? Esto es debido a que estás pidiendo un esfuerzo extra tanto a las cervicales, como a las lumbares, que puede terminar en cierto dolor en estas zonas.
Si te gusta tomar notas y lees de manera habitual en una mesa, seguro que habrás notado ciertas dolencias en el cuello y en la lumbar. Para solucionarlo, la mejor manera es mediante un atril o un soporte para tu libro.
En la cama
La cama es uno de los espacios preferidos de todo lector. Sin duda, es una delicia darte estos minutos de pausa, para finalizar el día. No obstante, si quieres aprovechar al máximo tu lectura deberás vigilar tu posición. En primer lugar, si tu intención es leer, no te acuestes. Con la ayuda de unos cojines, deberás mantener una postura cómoda y erguida. Si notas que te despistas o que te duelen los ojos, puedes detenerte para hacer algunos estiramientos, beber agua y masajear la zona de alrededor de los ojos. Por otro lado, si tu intención es dormir… ¡Déjate llevar por las palabras y no te olvides de utilizar tu punto de libro!
En una silla
Otra postura perfecta para leer sin cansar el cuerpo es sentarte en una silla de manera erguida, como te enseñaban en clase: espalda recta y muslos en paralelo al suelo. De este modo, no vas a forzar ninguna parte de tu cuerpo y podrás disfrutar de la lectura durante largo tiempo (aún más si lo combinas con un atril).
Mantén una buena iluminación
¿Y qué puedes hacer para proteger la vista? En todas las posturas que te hemos recomendado, es importante que siempre tengas cerca de ti una fuente de luz constante y suave. De este modo no vas a forzar la vista al leer y vas a poder estar más tiempo leyendo cómodamente y sin sentir pesadez o dolor de cabeza. En caso de que utilices un ebook o una tablet para la lectura, recuerda bajar al mínimo el brillo y adaptar la pantalla a un color cálido o sepia. Tu vista te lo agradecerá. 😉
Sea cual sea el libro que leas, contar con espacio tranquilo ya sea en el interior de tu hogar o en el exterior, es esencial para zambullirte en él. Sin embargo, si tu intención es leer, ¡no te acuestes! Si te pones demasiado cómodo en el sofá o en la cama, le estarás mandando mensajes contradictorios: ¿quieres leer o echarte la siesta?